Minimizando los efectos del cambio de hora en niños

¿Prefieres el horario de invierno o verano? es una pregunta típica que se escucha en conversaciones sociales por estas fechas, sabiendo que se acerca el cambio de hora. Es que nadie es indiferente a este suceso que dos veces al año, nos cambia el sistema diario y que nos cambia de lugar las horas de luz. Pero, ¿qué efectos tiene esto en nuestra salud y horas de sueño?

El principal efecto que tiene el cambiar el horario a nivel fisiológico es una alteración en la secreción de melatonina, la hormona que regula los estados de vigilia y sueño en función de la luz solar, induciendo el sueño cuando hay menos luz.  Cuando cambiamos el horario y se cambian las horas en que tenemos luz, el efecto de la melatonina se vuelve más tardío y por ende, nos cuesta más quedarnos dormidos.

Los niños y las personas mayores tienden a ser los más afectados por los cambios de horario, porque son más sensibles a los cambios hormonales, lo cual genera padres desesperados por estas fechas. ¿Qué se puede hacer para evitar desregulaciones mayores en los horarios de los niños pequeños?

Lo primero, es mantener la calma, ya que todo se va regulando conforme pasan los días una vez que el ritmo circadiano se adapta. Sin embargo, hay formas en que podemos tratar de que el cambio sea menos abrupto:

• Adelántate al cambio: anda haciendo pequeños cambios graduales y progresivos de diez minutos cada día en el horario de acostarse, levantarse y de las comidas, desde una semana antes del cambio oficial de hora.
• Evita el uso de pantallas antes de la hora de dormir, ya que la luz que emiten puede alterar las pautas de sueño.
• Integra deporte para elevar los niveles de serotonina.

Por último, recuerda que mantener una buena higiene del sueño en general también ayuda a que los cambios de horario golpeen de menor manera.